Tailandia no se trata solo de islas, Bangkok con sus templos o Pattaya con sus espectáculos nocturnos picantes. El país también ofrece muchas excursiones hacia el interior, y una de ellas es el viaje al Río Kwai. En este artículo, analizaremos detalladamente qué implica una excursión al Río Kwai desde Pattaya y daremos algunos consejos útiles para quienes van por primera vez. Pero vayamos paso a paso…
- Excursión al Río Kwai
- Mercado Flotante
- Centro de Muebles de Teca
- Templo Wat Tham Suea
- Cascada Erawan
- ¿Dónde pasar la noche?
- Navegación en balsa por el río
- Manantiales calientes de radón
- Degustación de té
- Farmacia de Medicina Tradicional Tailandesa
- Cascada Sai Yok
- Espectáculo de elefantes y paseo
- Alimentación de monos
- ¿Cuánto cuestan las excursiones?
- ¿Cuáles son las restricciones para visitar esta excursión?
- ¿Qué llevar al Río Kwai?
Excursión al Río Kwai
Así pues, en 2025, al igual que hace uno o dos años, el lugar de mayor demanda desde el punto de vista turístico-excursionista es el Río Kwai, porque en ningún otro sitio podrás sumergirte del todo en la Tierra de las Sonrisas e intentar al menos experimentar el espíritu de la Tailandia provincial.
El río se ubica en la provincia de Uthai Thani, aunque su desembocadura está en la provincia de Kanchanaburi. Su longitud es de unos 380 km. Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército japonés construyó sobre él una vía férrea para transportar comida y municiones. Ese hecho dramático inspiró la novela “El puente sobre el río Kwai”, así como la película del mismo nombre. La intensidad dramática aumenta al saber que más de 60.000 prisioneros de guerra murieron durante su construcción.
La distancia desde Pattaya hasta el río es de unos 400 km, y desde Phuket aún más. Por ello, es complicado venir aquí de excursión desde Phuket o Krabi, pero si el deseo es lo bastante fuerte como para no preocuparse por el tiempo o el dinero, sin duda se puede lograr.
A continuación, se muestra un mapa con la ubicación del Río Kwai.
Conviene aclarar desde el inicio que hay varias opciones de excursión, y una de ellas incluye navegar en balsa por el río, mientras que otra no. Además, existe la posibilidad de pasar la noche en un hotel sin electricidad, que forma parte de su encanto (con lámparas de querosén y un ambiente romántico a media luz).
En este artículo, hablaremos de un tipo de viaje más relajado, con un hotel de clase premium llamado “River Kwai Paradise”.
La excursión empieza muy temprano, pues el trayecto no es corto, y la primera parada para desayunar será en 2–3 horas (más adelante hablaremos de ello). Después, la furgoneta con los viajeros se dirige a la primera atracción: el Mercado Flotante de Damnoen Saduak.
Mercado Flotante
El Río Kwai en Tailandia es una excursión hacia la autenticidad del país, y el mercado flotante es un claro ejemplo de ello. Si piensas que Damnoen Saduak es solo otra imitación de mercado, te equivocas. Se trata de todo un pueblo sobre el agua, cuyas orillas están llenas de puestos de mercado. No todo está organizado exclusivamente para turistas (aunque, quién sabe). La gente local actúa con su típica forma tailandesa; no prestan mucha atención a las barcas repletas de europeos de piel clara que pasan y siguen con lo suyo. Lavan la ropa (sí, en el mismo río), vierten los orinales en ese mismo agua, friegan los platos y se asean. Tienen un enfoque más relajado en cuanto a la higiene (el agua fluye, al fin y al cabo).
Tal vez no te apetezca meterte en ese río después de ver todo esto, pero sin duda obtendrás magníficas fotos y videos inolvidables.
Aquí puedes comprar lo que sea: extraños souvenirs, ropa, comida, especias, pescado e incluso insectos, pero a un precio más elevado que en Pattaya (¿qué esperabas? Esto es el negocio turístico). Claro que puedes regatear (en Tailandia es lo normal).
La compraventa se hace desde muelles y desde embarcaciones. Nadie te acosa ni te agarra del brazo para que compres. Los vendedores pueden mostrarte sus productos para llamar tu atención, pero nada más. Siempre hay compradores en el mercado, y abundan los residentes locales.
Centro de Muebles de Teca
Tras visitar el mercado flotante, la excursión continúa hacia una fábrica de muebles de teca, que es a la vez tienda y centro de exhibición. Dudamos que la mayoría de los turistas puedan costearse algunas de las piezas que aquí se muestran, pues hay artículos que cuestan 10–15 millones de baht cada uno (por lo general, obras enormes talladas por maestros de un solo tronco).
Nadie te obligará a comprar nada en este centro comercial; está planteado más bien para que los turistas conozcan el trabajo artesanal local.
Templo Wat Tham Suea
Más adelante, en el programa del tour, se visita el templo budista Wat Tham Suea, donde se encuentra el monje momificado más famoso de Tailandia (al menos, eso dicen muchos guías).
Este templo es bastante popular entre la población local, que acude en peregrinación. Alberga una gran estatua de Buda y otros lugares de interés que el guía te mostrará. Pero lo más curioso es el monje momificado. Según se cuenta, hace unos 40 años pidió que no lo molestaran, adoptó postura de meditación y así siguió. Se colocó al monje en una urna de cristal y se instaló una cámara web para que quien quiera vea ese milagro.
Aquí también hay una cueva donde él vivió bastante tiempo.
No sabemos qué parte es cierta y cuál se ha creado para los turistas, pero vale la pena visitar este lugar.
Tras conocer el templo, todo el grupo irá a comer (estilo buffet) en un pequeño café tailandés. Puedes comer cuanto quieras, pero te aconsejamos no pasarte, pues aún queda mucho por ver, incluido el ascenso a la cascada Erawan.
Cascada Erawan
Si quieres volver del Río Kwai con buenas fotos, aquí tienes un consejo: no olvides la cámara para la cascada Erawan. El paisaje es espectacular, lleno de colores vivos.
Si tu objetivo principal es ver una cascada potente, planifica la excursión para noviembre (al final de la temporada de lluvias, cuando está en pleno caudal). El resto del año, lamentablemente, no vivirás la fuerza completa del agua cayendo.
Erawan tiene siete niveles, a los que hay que subir (y no es tan fácil). El ascenso dura algo más de 1,5 horas, y solo se dispone de unas tres horas para recorrer y nadar, así que tendrás que decidir qué te interesa más: llegar hasta arriba del todo o refrescarte bajo el chorro de agua.
Si somos totalmente sinceros, no vale mucho la pena subir más allá del tercer nivel. ¿Qué verás arriba? Prácticamente lo mismo. Cierto, en la cima el caudal es mayor, pero el segundo nivel ya es bastante impresionante.
Después del cuarto nivel, prácticamente no hay sendero, y tendrás que atravesar el bosque mirando bien donde pisas para no ser mordido por alguna criatura rastrera (al fin y al cabo, es selva tropical, repleta de vida).
¿Dónde pasar la noche?
La cascada Erawan es el último destino del primer día de la excursión, tras el cual el grupo se aloja en un hotel. Según lo acordado previamente con el guía, te quedarás ya sea en un hotel “real” con bungalós junto al río o en un hotel flotante sin electricidad (aunque no te preocupes, es bastante divertido y auténtico).

Panorama
Además de los bungalós, el hotel “real” también cuenta con habitaciones más alejadas del río, pero no son tan populares como las de la orilla.
Las reseñas de estos hoteles son positivas, a pesar de la presencia de insectos que incluso pueden morder.
Quedarse junto al río vale la pena para quien desee estar a solas con la naturaleza y escuchar sus sonidos.

Paisaje detrás de la habitación
En general, tu habitación debería contar con:
- aire acondicionado;
- cama;
- inodoro;
- ducha.
Justo afuera de la puerta hay un pequeño espacio con bancos sobre el agua.
Olvídate de spas y similares, aunque sí hay piscina en las instalaciones.
Quizá te inquiete que algún bicho desconocido te pique mientras duermes, pero en general es acogedor y romántico. Por la noche, en tu bungaló, escucharás el murmullo constante del agua bajo el piso, que resulta muy relajante.
Además de la pernocta, te servirán cena y desayuno, ambos en formato buffet. Aquí también traen a turistas que compran la excursión “Fruit Paradise on the River Kwai”, aunque la verdad es que no había tal abundancia de frutas; seguramente es puro gancho publicitario.
Por cierto, al segundo día te levantarás muy temprano para abarcar más sitios, y en el segundo día hay aún más actividad.
Navegación en balsa por el río
Después de las actividades de la mañana, a todos se les entrega un chaleco salvavidas y se suben a una balsa improvisada, con la que comienza el paseo. Aunque llamarlo “rafting” quizá sea exagerado, pues la balsa está atada a la lancha de los organizadores, de modo que ellos la dirigen mientras tú te dejas llevar.
Aun así, no está nada mal, porque puedes contemplar vistas hermosas, sentirte como Tom Sawyer (esperamos que alguien siga recordando a ese héroe literario) y crear un genial reportaje fotográfico para tus amigos y familiares.
Manantiales calientes de radón
La primera parada del segundo día es en los manantiales de radón, donde podrás sumergirte y absorber algo de radón (solo sin excederte). Según las recomendaciones, no debes permanecer más de 30 minutos en la piscina de radón, pero dado que aquí la concentración es mínima, nadie se fija si pasas del límite.
Las piscinas tienen distintas temperaturas, desde caliente o tibia hasta bastante fresca. Es decir, hay de todo para cada gusto, incluso el más peculiar…
Degustación de té
No nos detendremos mucho en esta parada: básicamente es para ir de compras. Te llevarán a una tienda de té durante unos 20–30 minutos, donde puedes probar (gratis) y luego adquirir el té que prefieras.
Farmacia de Medicina Tradicional Tailandesa
Pese al escepticismo de algunos viajeros, es justamente por esta farmacia que muchos repiten la excursión. Muchos de los medicamentos que ofrecen no tienen equivalente en otros lugares, e incluso existen leyendas sobre sus propiedades curativas. Por supuesto, algo puede ser simple publicidad, pero sí hay remedios verdaderamente interesantes. Nadie te obliga a comprar nada, pero merece la pena dar un vistazo.
Por cierto, los precios aquí suelen ser bastante elevados.
Cascada Sai Yok
La siguiente parada es la cascada Sai Yok, que en la temporada alta (seca) no luce especialmente espectacular, pues suele secarse. Hay que verla en temporada de lluvias o justo al terminar para disfrutarla de verdad.
Junto a la cascada, hay una vieja locomotora de la Segunda Guerra Mundial que no llevará mucho tiempo ver.
Algunas variantes de la excursión al Río Kwai incluyen visitar el famoso puente sobre el río y el Paso Hellfire. Son lugares con una atmósfera algo pesada, pues allí murieron muchas personas.
Espectáculo de elefantes y paseo
La penúltima parada es la granja de elefantes, donde podrás montar y bañarte con estos animales de trompa. Bañarse con elefantes cuesta 800 baht por persona, algo elevado (en otros lugares cuesta 300–400 baht).
El espectáculo más el baño conjunto no duran más de 1,5 horas.
El espectáculo en sí es bastante estándar, con trucos acrobáticos y lúdicos de los elefantes. El punto álgido del programa es cuando un elefante pasa cuidadosamente por encima de los turistas tumbados sin pisarlos.
Te recomendamos acordar con antelación un guía de habla inglesa en el grupo antes de comprar la excursión; de lo contrario, puedes tener problemas de comunicación.
Para quien quiera una foto montado en un elefante, recomendamos no pagar la foto enmarcada aparte. Mejor dale una propina de 50–100 baht al mahout y él te sacará varias fotos con tu propia cámara.
Alimentación de monos
El viaje al Río Kwai termina con la visita al Templo de los Monos, donde hay un parque lleno de estos animales bien alimentados.
Aunque se vean dóciles, no lo son en absoluto. Los monos siguen siendo salvajes y pueden morder, algo doloroso y desagradable, con riesgo de rabia. Sé muy precavido al alimentarlos.
Te recomendamos leer las normas sobre cómo comportarte con los monos en Tailandia, que podrás encontrar en este artículo.
En general, podrás sacar buenas fotos para tu colección personal mientras das de comer a los monos.
¿Cuánto cuestan las excursiones?
¿Cuánto cuesta un viaje al Río Kwai? La respuesta no es tan simple como parece, pues el precio depende en gran medida de las opciones adicionales incluidas en el tour estándar.
En promedio, la excursión al Río Kwai cuesta alrededor de 2.200 baht por adulto y unos 1.100 baht para un niño. Ese precio supone un alojamiento típico en una habitación estándar. Incluso con esa opción se puede disfrutar bastante.
Además de pagar por la excursión en sí, necesitarás dinero durante el viaje para comprar souvenirs y costear servicios adicionales (como bañarte con elefantes, etc.).
¿Cuáles son las restricciones para visitar esta excursión?
No hay restricciones especiales para esta excursión, pues casi cualquier turista puede soportar estas condiciones (si has aguantado el vuelo hasta aquí, podrás con la travesía al Río Kwai).
El guía puede dividir a los turistas en tres subgrupos (si hay suficiente gente):
- Confort.
- Estándar.
- Extremo.
Se asigna a cada persona según su forma física y la autoevaluación de sus capacidades. Ten presente que, ante todo, esto es una experiencia turística, así que no te toparás con nada realmente extremo.
¿Qué llevar al Río Kwai?
Evidentemente, hay algunas sugerencias sobre qué llevar a esta excursión, entre ellas:
- solicita un desayuno para llevar en el hotel (porque la salida es muy temprano y el desayuno en ruta no está incluido en el programa);
- compra agua, pues puede que la necesites, especialmente las primeras horas;
- trae ropa de abrigo para la noche (puede refrescar en el hotel);
- una cámara de fotos;
- repelente de insectos (como mencionamos, hay muchos bichos que pican en el hotel, y cualquier picadura podría derivar en fiebre, así que es mejor prevenir);
- protector solar;
- bañador;
- artículos de aseo personal;
- ropa de recambio (no hace falta mucha; con un cambio basta);
- documentos (pasaporte y copia, seguro, voucher del hotel).
Así pues, la excursión al Río Kwai desde Pattaya es la mejor de entre todas las que se ofrecen en el mercado: miles de turistas dejando opiniones entusiastas no pueden estar equivocados.
No olvides compartir tus impresiones del viaje en los comentarios; son importantes para quienes todavía no han decidido dónde pasar sus vacaciones.